1

Diario de una pasión [Libro]

Posted in , ,
Finalmente pude adquirir algunos libros de este autor, el primero de los que leí fue este que es muy conocido por la película "The notebook". El libro es muy corto, tiene 184 paginas y créanme que esas paginas alcanzan a la perfección para contar la mejor historia de amor que lei en mi vida. Con algunas pocas diferencias entre el libro y la película nos encontramos en esta maravillosa obra literaria, el primer capitulo se centra en presentarnos la situación actual en la que se encuentra Noah quien relata la historia, dando algunos pequeños detalles de lo que sucede con su esposa Allie, ya el segundo capitulo nos va metiendo en la historia de sus vidas, en aquel verano que vivieron en su juventud y que los enamoro a los dos de una manera que jamas podrán olvidar hasta el momento que cierren sus ojos para siempre. La edición es bastante buena, sin una portada prometedora, unas pocas paginas y capítulos cortos es este una historia capitulada que nos deja mas enseñanzas que otra cosa, es en si un libro que nos abre los ojos ante cosas que por ahí tenemos cerca pero no nos damos cuenta de como verlas, esta perfectamente bien escrito sin algún detalle que rompa con lo simple y único que es este libre, dentro de su simpleza hay mucho y es de esos libros donde podes rescatar casi todas sus paginas. Una de las cosas mas interesantes de leer este libro es que tiene algunas de las cartas que le escribe Noah a su esposa, aun cuando estaban juntos el le seguía escribiendo, y finalmente también tenemos una carta de Allie a su marido. Lo que les puedo decir es que la película es muy fiel a lo que se encuentra en el libro, hay algunas cosas diferentes pero que son detalles extras que nos cuenta por ejemplo como es que Allie se fue enfermando, y algunas situaciones que los dos vivieron con sus hijos, incluyendo la muerte de uno de ellos a la edad tan corta de 4 años. 


Querido Noah:

Escribo estas líneas a la luz de las velas, mientras tú duermes en la habitación quehemos compartido desde el día de nuestra boda. Aunque no alcanzo a oír tu respiración, sé que estás ahí, y que pronto me acostaré a tu lado, como siempre. Sentiré tu calor, el bendito consuelo de tu proximidad, y tu respiración me guiará lentamente hasta el lugar donde sueño contigo, con lo maravilloso que eres.
La llama de la vela me recuerda a un fuego del pasado, que contemplé vestida con tu camisa y tus vaqueros. Entonces ya sabía que estaríamos juntos para siempre, aunque al día siguiente titubeara. Un poeta sureño me había capturado, robándome el corazón, y en lo más profundo de mi ser, supe que siempre había sido tuya. ¿Quién era yo para cuestionar un amor que cabalgaba sobre las estrellas fugaces y rugía como las olas del mar? Así era entonces, y así es ahora.
Recuerdo que al día siguiente, el día de la visita de mi madre, volví contigo. Estaba asusta­da, como nunca en mi vida, porque temía que no me perdonaras que te hubiera dejado. Cuando bajé del coche, temblaba, pero tú sonreiste y me tendiste los brazos, ahuyentando todos mis te­mores. "¿Quieres un café?", dijiste simplemente. Y nunca volviste a sacar el tema. Ni una sola vez en todos los años que hemos vivido juntos.
Tampoco protestabas cuando, en los días siguientes, salía a caminar sola. Y si regresaba con lágrimas en los ojos, siempre sabías cuándo debías abrazarme y cuándo dejarme sola. No sé cómo lo sabías, pero lo hacías, y con ello me facilitaste las cosas. Más adelante, cuando fui­mos a la pequeña capilla e intercambiamos ani­llos y votos, te miré a los ojos y comprendí que había tomado la decisión correcta. Más aún, comprendí que era una tonta por haber dudado. Desde entonces, no me he arrepentido ni una sola vez.
Nuestra convivencia ha sido maravillosa, y ahora pienso mucho en ella. A veces cierro los ojos y te veo con hebras de plata en la cabeza, sentado en el porche, tocando la guitarra, rodea­do de niños que juegan y baten palmas al ritmo de la música que has creado. Tu ropa está sucia después de una jornada de trabajo, y estás ago­tado, pero aunque te sugiero que descanses un poco, sonríes y dices: "Es lo que estoy haciendo ".Tu amor por los niños me parece sensual y apa­sionante. "Eres mejor padre de lo que crees", te digo más tarde, cuando los niños duermen. Poco después, nos desnudamos, nos besamos y esta­mos a punto de perder la cabeza antes de meter­nos entre las sábanas de franela.
Te quiero por muchas razones, pero sobre todo por tus pasiones, que siempre han sido las cosas más maravillosas de la vida. El amor, la poesía, la paternidad, la amistad, la belleza y la naturaleza. Y me alegro de que hayas incul­cado esos sentimientos a nuestros hijos, porque sin lugar a dudas enriquecerán sus vidas. Siem­pre hablan de cuánto significas para ellos, y entonces me siento la mujer más afortunada del mundo.
También a mí me has enseñado muchas cosas, me has inspirado, y nunca sabrás cuánto significó para mí que me animaras a pintar. Ahora mis obras están en museos y colecciones privadas de todo el mundo, y aunque muchas veces me he sentido cansada o aturdida por exposiciones y críticos, tú siempre me alentabas con palabras amables.
Comprendiste que necesitaba un estudio, un espacio propio, y no te preocupabas por las man­chas de pintura en mi ropa, en mi pelo o incluso en los muebles. Sé que no fue fácil. Sólo un hombre de verdad puede soportar algo así. Y tú lo eres. Lo has sido durante cuarenta y cinco maravillosos años.
Además de mi amante, eres mi mejor amigo, y no sabría decir qué faceta de ti me gusta más. Adoro las dos, como he adorado nuestra vida en común. Tú tienes algo, Noah, algo maravilloso y poderoso. Cuando te miro veo bondad, lo mismo que todo el mundo ve en ti. Bondad. Eres el hombre más indulgente y sereno que he conoci­do. Dios está contigo. Tiene que estarlo, porque eres lo más parecido a un ángel que he visto en mi vida.
Sé que me tomaste por loca cuando te pedí que escribieras nuestra historia antes de marcharnos de casa, pero tengo mis razones, y agra­dezco tu paciencia. Y aunque nunca respondía tus preguntas, creo que ya es hora de que sepas la verdad.
Hemos tenido una vida que la mayoría de las parejas no conocerá nunca, y sin embargo, cada vez que te miro, siento miedo porque sé que todo acabará muy pronto. Los dos conocemos el diag­nóstico de mi enfermedad y sabemos lo que significa. Te veo llorar, y me preocupo más por ti que por mí, porque sé que compartirás mis sufri­mientos. No encuentro palabras para expresar mi dolor.
Te quiero tanto, tan apasionadamente, que hallaré una forma de volver a ti a pesar de mi enfermedad. Te lo prometo. Y por eso te he pedido que escribieras nuestra historia. Cuando esté sola y perdida, léemela —tal como se la contaste a nuestros hijos— y sé que de algún modo comprenderé que habla de nosotros. En­tonces, quizá, sólo quizá, encontremos la mane­ra de estar juntos otra vez.
Por favor, no te enfades conmigo los días en que no te reconozca. Los dos sabemos que llega­rán. Piensa que te quiero, que siempre te querré, y que pase lo que pase, habré tenido la mejor vida posible. Una vida contigo.
Si has conservado esta carta y la relees, cree que lo que digo vale también ahora. Noah,dondequiera que estés y cuando quiera que leas esto, te quiero. Te quiero mientras escribo estas líneas, y te querré cuando las leas. Y lamentaré no poder decírtelo. Te quiero con toda el alma, marido mío. Eres, y has sido, lo que siempre he soñado.


Allie.

Mi queridísima Allie:

En el porche reina un silencio absoluto, roto sólo por los sonidos que flotan entre las sombras, y por primera vez no encuentro palabras. Es una sensación extraña, pues cuando pienso en ti y en la vida que hemos compartido, hay tanto que recordar. Toda una vida de recuerdos. Pero, ¿cómo traducirla en palabras? No sé si seré capaz. No soy poeta, y se necesitaría un poema para expresar cabalmente lo que siento por ti.
Mi mente vaga, y recuerdo lo que pensé esta mañana, mientras preparaba el café, sobre nues­tra vida juntos. Kate y Jane estaban allí, y las dos callaron cuando entré en la cocina. Noté que habían estado llorando y, sin decir una palabra, me senté a su lado y les tomé las manos. ¿Y sabes lo que vi cuando las miré? Te vi a ti hace mucho tiempo, el día que nos despedimos. Se parecen a ti, a la mujer que eras entonces, hermosa, sensi­ble y afligida por un dolor que sólo se siente cuando nos roban algo especial. Y por una razón que no alcanzo a comprender, les conté una historia.
Llamé a Jeff y a David, que también estaban en casa, y cuando los reuní a todos, les hablé de nosotros, les conté cómo volviste a mí hace mu­chos años.
Les describí nuestro paseo, la cena de cangre­jos en la cocina, y sonrieron al enterarse de nuestra excursión en canoa y nuestra velada junto al fuego, mientras fuera rugía la tormenta. Les conté que al día siguiente tu madre había venido a advertirnos de la llegada de Lon —se sorprendieron tanto como nosotros entonces—y sí, les confesé incluso lo que ocurrió más tarde, ese mismo día, cuando regresaste al pueblo.
A pesar del tiempo transcurrido, esa parte de la historia sigue obsesionándome. Aunque yo no estaba allí, tú me describiste lo ocurrido sólo una vez, y recuerdo que me maravillé de tu entereza. Aún no puedo imaginar qué pasó por tu cabeza cuando entraste en el vestíbulo del hotel y viste a Lon, o cómo te sentiste al hablar con él. Mecontaste que salieron del hotel y se sentaron en un banco, frente a la vieja iglesia metodista, y que él te tomó la mano mientras tú le explicabas tus razones para quedarte aquí.
Sé que lo querías. Y su reacción demostró que él también te quería a ti. No; no entendió que lo abandonaras, ¿cómo iba a hacerlo? No te soltó la mano ni siquiera cuando le dijiste que nunca habías dejado de quererme y que no le harías ningún bien casándote con él. Sé que se sintió herido y furioso, y que durante una hora intentó hacerte cambiar de idea, pero cuando tú te pusis­te firme y dijiste: "Lo siento, pero no puedo volver contigo", supo que tu decisión era irrevo­cable. Me contaste que asintió con un gesto, y que los dos siguieron sentados en silencio durante un largo rato. Siempre me he preguntado qué pen­saría él en ese momento, aunque estoy seguro de que sentía lo mismo que yo unas horas antes. Y cuando finalmente te acompañó al coche, te dijo que yo era un hombre afortunado. Se comportó como un caballero, y entonces comprendí por qué te había costado tanto tomar una decisión.
Recuerdo que cuando terminé de hablar, todos guardaron silencio, hasta que Kate se levantó y me abrazó. "¡Ay, papá!", dijo con los ojos llenos de lágrimas. Y aunque yo estaba dispuesto a contestar a sus preguntas, no me hicieron ninguna. En cambio, me hicieron un regalo muy especial.
Durante las cuatro horas siguientes, cada uno de ellos me dijo cuánto habíamos significado en sus vidas. Uno a uno, contaron anécdotas que yo había olvidado hacía tiempo. Cuando termi­naron, no pude contener las lágrimas, pues com­prendí que los habíamos educado de la mejor manera posible. Me sentí orgulloso de ellos y de ti, y feliz por la vida que hemos tenido. Y nada ni nadie podrá robarme esos sentimientos. Nun­ca. Sólo hubiera deseado que tú estuvieras allí para disfrutar conmigo de ese momento.
Cuando se marcharon, me senté en la mece­dora y pensé en nuestra vida en común. Siempre estás conmigo cuando lo hago, en mi corazón, y me resulta imposible recordar un momento en que no hayas formado parte de mí. Ignoro qué habría sido de mí si no hubieras regresado aquel día, pero estoy convencido de que hubiera vivi­do y muerto con una pena que, afortunadamen­te, nunca conoceré.
Te quiero, Allie. Te debo todo lo que soy. Tú eres la razón de mi existencia, mi única esperan­za, todo lo que siempre he soñado, y pase lo que pasare en el futuro, cada día a tu lado será el día más importante de mi vida. Siempre seré tuyo. Y tú, querida, siempre serás mía.

Noah.



Espero que disfruten del libro los que se propongan leerlo, por que no tiene desperdicio, es muy recomendable, es de lectura super rápida, los tiempos y descripciones de ambiente están perfectamente bien redactados y que decir de los personajes y sus encuentros, transmiten la pasión y el amor que se sienten entre ambos. 

1 fuckers:

Unknown dijo...

Muy bella historia. La película es muy bella no lo pueden negar, realmente buena y lejos de ser el típico “amor de adolescentes” creo que el relato ofrece un mensaje bonito sobre el amor. Es sencilla pero bella, además no me van a negar que R. McAdams es hermosa a la par de Ryan Gosling, el hombre más hermoso del mundo. ¡Ay a mí me encantó!